1- Con la perspectiva de estos 35 años, ¿cuál cree que es la mayor virtud de la Constitución?
Una gran virtud ha sido generar una vida política mínimamente tranquila y aceptable durante una etapa larga, lo que teniendo en cuenta la historia contemporánea de España ya es bastante. Otra virtud ha sido el amplio grado de consenso con el que se hizo, lo que le ha dado una gran estabilidad.
2- ¿Y su mayor error o defecto?
El hecho de que sea una Constitución tan duradera se ha convertido a la vez en un defecto por la dificultad de mantener ese consenso a lo largo de 35 años.
3- ¿Qué tomaría de otras constituciones para mejorar la nuestra?
Yo creo que nuestra Constitución podría mejorar en una mayor profundización democrática, que se debería extender a la democratización de los partidos políticos y de las instituciones del Estado. También tomaría prestada una mejor respuesta a los retos territoriales, aunque el caso español sea diferente a otros de nuestro entorno. En ambos casos podríamos tomar como modelo las constituciones de Alemania y Estados Unidos.
4- ¿Cree que la Constitución ha quedado obsoleta en algún aspecto?
Creo que ha quedado obsoleta en bastantes aspectos. Por ejemplo – y esto se pone de manifiesto en el dictamen del Consejo de Estado de 2006 – ha quedado obsoleta en la falta de igualdad en el acceso a la corona, en la integración de la Unión Europea como elemento indispensable, habría que reformar el Senado cuya estructura es completamente inútil, habría que reformar el papel de las comunidades autónomas en el conjunto del Estado dándoles más relevancia… La Constitución ha quedado obsoleta en muchos aspectos porque casi no se ha cambiado nada en 35 años.
5- ¿Cree que hay algún artículo que se incumple tanto en letra como en espíritu? ¿Está suficientemente defendida la Constitución?
El problema para mí no es la vulneración de un artículo concreto sino cómo se ve la Constitución en su conjunto. En ese sentido a veces veo una interpretación poco generosa en el reconocimiento, por ejemplo, del pluralismo territorial. Por otro también veo que a veces se interpreta la Constitución como un elemento muy inquisitorial, como un arma arrojadiza para prohibir cosas. Habría que intentar que la Constitución fuese más ‘simpática’ en determinados planteamientos si realmente quiere ser integradora, sobre todo en cuanto a temas territoriales como puede ser la integración plurinacional.
6- ¿Cuál cree que será la próxima reforma de la Constitución? ¿Cuál cree que debería ser?
Creo que hay cuestiones que son un tanto técnicas pero que deberían renovarse. Por ejemplo, en el Título VIII de la Constitución todo lo que hace referencia al acceso de los territorios al estatus de comunidad autónoma es como una disposición transitoria que podría suprimirse porque ya han pasado años. Otro elemento sería la referencia a la financiación de los territorios como el concierto vasco o navarro. No entiendo por qué determinados territorios tienen estos privilegios y creo que nada impide el equilibrio financiero o la extensión del privilegio a otros territorios. En cuanto al Senado creo que habría que reconvertirlo. Si las instituciones son caras mucho más lo son las que no sirven para nada. Además es incoherente en un estado compuesto que debería tener una representación de las comunidades autónomas.
7- Teniendo en cuenta su edad y las tensiones a las que se ve sometida, ¿qué salud y qué futuro le augura a la Constitución?
A mi me gustaría que la Constitución pudiese durar muchos años y ser útil, sobre todo para la convivencia. Si fuese posible reformar todo aquello que fuese necesario la Constitución podría seguir manteniendo su vigencia. También me gustaría que la Constitución se interpretase en un sentido democrático e integrador, que no fuese vista como un reglamento de prohibición. Si conseguimos que la Constitución se interprete de esta manera más generosa y entre comillas “simpática”, a mí me gustaría augurarle mucha salud. Ahora si la empleamos como un arma arrojadiza o un instrumento de defensa frente a las demandas sociales, la Constitución se convertirá en un obstáculo, en algo inútil y habría que cambiarla y poner otra. En todo caso estamos en un momento de tanta incertidumbre que nunca sabemos cuánto van a durar las estructuras. Si hay algo que define nuestra época es la provisionalidad permanente.
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